La magia de este Pueblo Mágico del Estado de México está en las manos de sus artesanos que transforman el barro en hermosas piezas que muestran la fusión de dos culturas.
Esta localidad combina construcciones modernas, como el Centro Panamericano de Ecología o la Sede del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, con edificios coloniales como el Convento e Iglesia Franciscana del siglo XVI de fachada barroca, obra de artistas indígenas, y el Templo el Calvario de estilo neoclásico del siglo XVIII.
Visitar Metepec es acceder al ambiente bohemio de artesanos, alfareros, talabarteros y creadores de vitrales; significa caminar por las noches entre los puestos de comida, encontrar el placer de los sabores y colores de cada platillo.
Desde que habitaban los mazatlincas esta zona, hace ya más de cinco mil años, se trabaja la alfarería.
En 1477, el tlatoani azteca Axayacatl conquistó Metepec. El pináculo de esta cultura fue hacia el año 1500.
Con la llegada de los españoles inician los trabajos del Convento Franciscano (1569), y durante el siglo XVI se construyeron la capilla del Espíritu Santo, el Convento de San Juan Bautista, la capilla de la Purísima Concepción en San Miguel Totocuitlapilco y, en la cima del Cerro de los Magueyes, la Ermita del Tepeyac, sobre los vestigios de un antiguo templo mexica. El municipio se estaleció hasta 1821.
Se ubica a 2 mil 600 metros de altitud, y tiene una temperatura media de 15 grados. Su ecosistema es de bosque templado y predominan sauces y árboles frutales.
En Metepec existen cientos de artesanos cuyas familias se dedican a la alfarería, considerada la principal actividad del municipio. La representación icónica del arte de Metepec es el Árbol de la Vida.
Las compras y recuerdos de viaje son bellas piezas elaboradas en barro, cerámica policromada, cestería y vidrio soplado.
Destacan en la cocina de Metepec la barbacoa y los tamales de charal; y otros platillos clásicos del lugar como la ensalada de plaza, o unos tacos placeros; como bebida, lo típico es "la garañona". Como postre, lo típico son los dulces de calabaza y el pan de pulque.
Se encuentra en el programa de los Pueblos Mágicos desde 2012.