Hay leyendas que cuentan la historia de almas en pena, que vagan sedientas de venganza; otras que cuentan la historia de almas que siguen sufriendo aún ya muertas por amor, o los de aquellos espantos que nomás andan haciendo maldades y otras, que sólo cuentan algún hecho histórico que sucedió. Pero esta leyenda, habla de un espíritu milagroso 😱
Cuenta la leyenda que ya hace algunos años, para ser exactos en 1915, en el camino de Icamole a Milagro, Nuevo León; fue el lugar del enfrentamiento entre villistas y carrancistas. Y como era de esperarse, debido a la guerra, hubo mucho muerto, entre ellos un soldado llamado Roberto Cisneros Jaramillo, el cual fue abandonado por los sobrevivientes del batallón.
Dos días después dos pastores de cabras lo encontraron y al ver que había sufrido de una gran agonía, decidieron sepultarlo al pie de un árbol de anacahuita; sólo lo cubrieron con piedras para evitar que los animales del monte se lo comieran. Los pastores, temerosos de que no les creyeran lo del soldado, no contaron a nadie sobre lo que habían hecho. Aunque días después, la gente comenzó a decir que habían visto a un soldado sentado en la anacahuita. Así fue como comenzó la leyenda de la tumba del soldado ⚰️
Años después, un ferrocarrilero se detuvo en la madrugada cerca de la tumba, para pedirle al ánima del soldado que lo curará de las fiebres tan altas que tenía y que a cambio de curarlo, él se encargaría de darle una sepultura digna. Una vez que se curó el maquinista cumplió con su palabra 🙉
Después de todo el tiempo que ha pasado, muchas personas de diferentes lugares de Nuevo León, acuden a esta capilla a pedirle algo al ánima del soldado y algunas lenguas dicen todavía ver el espíritu el soldado rondando por ese lugar 😮
¿Ya te sabías esa leyenda? Si eres de esos curiosos o te gustan las leyendas, ve a visitar la capilla del ánima de la anacahuita; sirve que aprovechas el viaje y le pides algo o recorres otras partes de Nuevo León para rascarlo de tu mapa. ¿Qué esperas? 😎