Del siglo XVI al XVIII, la humanidad atravesó por uno de los capítulos más oscuros de la historia: la inquisición.
Miles de hombres y mujeres fueron torturados con instrumentos desarrollados para castigar lo que, en aquel entonces, en la iglesia católica se consideraba herejía.
En esta época, se realizaron cacerías de personas condenadas a muerte (no sin antes pasar por una dolorosa agonía). Mujeres culpadas de brujería, homosexuales, protestantes e incluso hombres con el hábito de abusar del alcohol, eran juzgados y sentenciados según los criterios eclesiásticos.
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Alrededor del 70 por ciento de las sentencias eran en contra de mujeres. Eso es justo lo que se expone en el Museo de Tortura y la Pena Capital.
Casi 75 instrumentos de humillación pública —objetos que se utilizaban para castigar los delitos menores, exponiendo a las víctimas a ser objeto de burlas e insultos—, de pena capital —aquellos que se usaban para dar muerte inmediata a las víctimas, como la silla eléctrica—, y tortura —los artículos que únicamente infringían dolor sin llegar a la muerte.
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Contiene seis salas de exhibición:
- En las salas 1 y 2 se pueden observar aparatos utilizados para la humillación pública.
- En las salas 3 y 4 se encuentran aquéllos destinados específicamente para las mujeres y otros de tortura.
- En las salas 5 y 6 el público visitante conoce los instrumentos y aparatos utilizados en caso de Pena de Muerte.
Dirección:
Tacuba 15, Centro Histórico, CP 06000, Cuauhtémoc, Ciudad de México
Horarios y costo:
Lunes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Entrada general: 60 pesos con descuentos para maestros, estudiantes y afiliados al INAPAM